Rosácea
Rosácea
La Rosácea es un desorden crónico de la piel que afecta principalmente a la nariz, las mejillas, la frente y el mentón. Ocurre en los pacientes con flushing (incremento transitorio del flujo sanguíneo en la dermis superficial "ponerse colorado"). También puede presentarse eritema (color rojizo en la piel) y Telangiectasias, es decir: aparición de vasos sanguíneos dilatados y rojizos que son visibles en el rostro.
Está enfermedad cursa con periodos de inflamación, aparición de edema, pápulas y pústulas también puede producir lesiones oculares y con el tiempo rinofima (nariz con piel engrosada).
Recomendaciones
- la Rosácea debe ser tratada por un médico especializado en dermatología.
- El paciente debe asistir a controles periódicos incluso en épocas de remisión o calma de la enfermedad, pues se trata de una enfermedad crónica, es decir que permanece con el paso del tiempo.
- Utilice únicamente los productos formulados por su dermatólogo. El uso de algunas cremas o productos equivocados, inclusive si son naturales, pueden complicar la Rosácea.
Factores desencadenantes
- Cambios bruscos de temperatura: se considera que causan daño vascular; evite saunas, baños turcos y baños con agua caliente.
- Evite la exposición al calor y proteja siempre su rostro del mismo. Exposición solar: los rayos solares tienen un efecto lumínico y de calor que empeora el cuadro de Rosácea. Evite la exposición solar. En caso de hacerlo es prudente que sea de a 20 minutos antes de las 9 AM o después de las 3 pm, para prevenir quemaduras, irritación y otros problemas graves de la piel como foto envejecimiento o cáncer.
- Consumo de licor: Evite este tipo de sustancia, ya que tiene efecto vasodilatador en el organismo lo que favorece el eritema (enrojecimiento) y complica los síntomas.
- Alimentos calientes o picantes: alimentos calientes y/o picantes activa el sistema vasodilatador y causan efectos adversos en la recuperación de la enfermedad.
- Estrés emocional: la Rosácea es una condición psicosomática. La presencia de estrés ansiedad y/o estados depresivos activan la enfermedad. La piel responde a los cambios emocionales de la persona por eso se sugiere asistir a consulta de psiquiatría para aprender a afrontar los eventos adversos (si usted lo requiere).
Agradecimiento a la dra. Mabel Avila https://mabelavila.com
BIBLIOGRAFIA
VICENTE TORRES LOZADA, FRANCISCO M CAMACHO, MARTIN C MIHM, ARTUR SOBER, IGNACIO SÁNCHEZ CARPINTERO. Dermatológia práctica Iberolatinoamericana. Atlas enfermedades sistémicas asociadas y terapéutica: PRIMERA EDICIÓN. CALI COLOMBIAN (NIETO EDITORES).2005. ISBN 968-5686-03-3
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